Todo lo demás pasó a segundo plano cuando apareció él. Mi familia, mis amigos, el estudio, nada de eso me importaba. Mis pensamientos se centraban en una sola cosa, en una sola persona.. sentía que dependía de él, sentía que sin él yo no sería nada. Mi mente me jugaba una mala pasada, me autodestruía, me empecé a debilitar, poco a poco fui perdiendo amistades, dejé de ver a personas que eran importantes para mi y lo más importante es que no me daban ganas nisiquiera de abrir un cuaderno. Pero no digo que todo fue culpa de él, al contrario, fue culpa mía; yo y mis actitudes, yo y mi maldita personalidad que casi siempre me juega en contra. Soy obseciva, quiero algo y lo tendré, en caso de que pasara lo contrario me deprimo, pienso: "nunca voy a cumplir mis metas".
Qué metas????? si desde que me enamoré desapareció todo, mi única meta era estar con él lo que más pueda, muchos meses, muchos años.. pero algo aprendí, y es que nada dura para siempre, tarde o temprano todo lo que uno posee se acabará, así es que no hay que hacerse muchas ilusiones.
No sé si es amor, podría jurar que si lo es, pero miro a mi alrededor y todos me dicen que no se trata más que de una simple obseción, "lo quieres para ti" "para tu bienestar"
-mentira!- respondo desilusionada- yo lo amo y quiero lo mejor para él..
