Ayer fui a ver una obra de teatro con mi abuelo en el bohemio barrio "Bellavista". Precioso el barrio, me encantó; las casas tenían un diseño bien original, podría decir que son casas antiguas pero la verdad es que no me siento preparada como para hacer una descripción del barrio. Pues, como dije antes, fui al teatro y no de paseo a visitar el barrio.
Siempre me ha gustado el teatro, desde pequeña, me acuerdo que en mi ex colegio hacíamos diversas obras de teatro, nos dedicábamos a perder el tiempo, según mi opinión. Pero valió la pena. Recuerdo que tuve la oportunidad de hacer el papel de Heidi, pues mi estatura era medianamente baja (y aún lo soy) y tenía el pelo corto pero con volumen.
La obra Heidi era larga, nunca la presentamos, era más bien para divertirse un rato, lo bueno de esa obra es que no me tenía que aprender los guiones, sólamente actuar lo que decía la radio.
Con esa obra descubrí que tenía dotes artísticos, una buena actuación.
Años más tarde me tocó hacer otra obra, el cual, su nombre no recuerdo. Me tocó hacer el papel de una señora al cual su marido la engañaba, pero no con otra mujer, sino con cosas cotidianas de la vida diaria.
Me salió excelente el papel, aún recuerdo parte de los guiones, recuerdo también que la profesora se reía a carcajadas con mi actuación.
Es una bonita forma de expresar sentimientos, de descargarse si uno ha tenido un mal día, etc.
Considero que la gente más sensible puede hacer obras de teatro, eso creo.