He aquí, sentada bajo una ténue luz que alumbra el computador, puedo ver las desteñidas uñas azules que se mueven rápidamente, como al son de una canción, en el teclado. Escribo pero no sé que escribir. ¿Se entiende? Lo único que abunda en mi cabeza son pensamientos de rabia, ya no es tristeza, es rabia!
Me la intenté jugar por un hombre durante mucho tiempo, y cuando al fin lo conseguí, cuando al fin ese hombre era mío, ocurren los problemas, y no de esos problemas chiquititos en que todo el mundo se espanta y dicen "Es mi fin", cuando en realidad no es más que un lío solucionable.
En mi caso no fue así, no sé como explicar la clase de problemas que tengo, pero no son problemas normales y eso puedo asegurarlo.
Bueno, como iba contando, porfin tenía al hombre que amaba junto a mi, al parecer él también me amaba, pero al inicio de los problemas, él se fue.
Claro, él se fue, en el momento en que más lo necesitaba él se manda a cambiar, diciendo que no quiere nada conmigo, que nunca voy a progresar y que él no se merece a una mujer como yo.
Es raro, pero no lloré, he llorado tantas veces por él que las lágrimas se me extinguieron en ese momento. Me di cuenta de la clase de persona que tenía a mi lado.
- "Anda a arreglar tu vida"- Fue una de las últimas frases que me dijo.
Él me pidió cambios, y yo estaba dispuesta a dárselos, pero (por lo que yo veía) el quería cambios en un corto periodo de tiempo. ¡Yo no puedo cambiar de un día para otro!. Es lamentable, porque me di cuenta que amé mucho, mucho entregué y poco fue correspondido.