Los amigos, los buenos amigos se cuentan con los dedos de una sola mano. A veces, es necesario que ocurra un acontecimiento que te marque para que te des cuenta quienes de verdad están ahí y quienes sólo tenían interés hacia tu persona.
Me carga la persona que dice ser tu amiga, te manda mensajes diciendo que te quiere mucho, cuando en realidad es una víbora, me explico, de su boca sale toda clase de comentarios y pesadeces, pero sólo cuando estoy lejos de ella, o cuando esa persona no me ve. Me pela a mis espaldas, y ella cree que no me doy cuenta. Pero las paredes tienen ojos y oídos.
Ridícula ella, que goza poniendo indirectas en su messenger.
No soy quien para juzgar a las personas, pero de verdad esa persona nunca me agradó, vivía hablando de sexo, y su forma de pensar es bien distinta a la de los demás. Cree tener amigos, y pobre de ella si considera que yo soy su amiga. Nunca me llamó la atención su amistad. Y de ese tipo de amistades hay que mantenerlas bien lejos.
Y ahora que me acuerdo, hace mucho tiempo la dejé sin admisión. Y ella, como se sabe mi clave, se metía constantemente a revisar mi messenger y de paso mi facebook. Y todo eso lo hacía a escondidas, qué buena amiga no?